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viernes, 18 de julio de 2008

Somos eternos, querido.

No es mi infinita tristeza lo que me hace escribirte, Querido. Hace unos minutos encontré una fotografía de Bolaño que me ha asustado. Se me encogió el corazón unos segundos en los cuales pensé: "¿Cuando te me hiciste viejo, Moisesín?". Tu cabello, frente, tus ojos hundidos con tu mirada triste, y eran los de él. Bueno, también es mi infinita tristeza la que me hace escribirte. Antes y después del amor, vengo a refugiarme en estos post que saben a cartas entre dos viejos. Estoy que aullo.

Me gustaría estar sentada en el malecón de Mazatlán contigo, a esta hora, casi las 12 de la media noche. Escuchando el oleaje, fumándonos un marlboro hasta quemarnos con el filtro como hace 7 años. Necesito tus palabras, tus poemas porque estas penas que traigo sólo contigo las puedo compartir, siento que sólo tú me entiendes, pero estás bien lejos. Todo mundo está lejos. La soledad empieza a blasfemar, me quedo con Joaquín Sabina y la lluvia que va empezando a volverse tormenta. Ya hablaremos mañana.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Orale María María, tus dos últimos posts me han dejado con la bocota abierta. Me encantan tus letras tan apasionadas esta vez, pero a la vez tan... pues así, tan románticas (sin qeu sea el sentimiento romántico soso al que el comercialismo nos ha pretendido acostumbrar)
Este post me hizo acordarme mucho (tal vez no tiene naaada que ver, pero me dejó el mismo sabor melancólico) de la canción de Silvio "De la ausencia y de tí":

Ahora sólo me queda buscarme de amante
la respiración
No mirar a los mapas, seguir en mi mismo
No andar ciertas calles,
olvidar que fue mío una vez cierto libro
O hacer la canción
Y decirte que todo esta igual
la ciudad, los amigos y el mar
esperando por ti,
esperando por ti.
Sigo yendo a Teté semana por semana
te acuerdas de allá
Hoy habló de fusiles despidiendo muertos
Yo se que ella me ama
Es por eso tal vez que te siento en su sala,
aunque ahora no estás.
Y se siente en la conversación,
o será que tengo la impresión,
de la ausencia y de ti,
de la ausencia y de ti.

No quisiera un fracaso en el sabio delito
que es recordar.
Ni en el inevitable defecto que es
la nostalgia de cosas pequeñas y tontas
Como en el tumulto pisarte los pies
Y reír y reír y reír,
Madrugadas sin ir a dormir.
Si, es distinto sin ti.
Muy distinto sin ti.

Las ideas son balas hoy día y no puedo
usar flores por ti.
Hoy quisiera ser viejo y muy sabio y poderte decir
lo que aquí no he podido decirte,
hablar como un árbol
con mi sombra hacia ti.
Como un libro salvado en el mar,
como un muerto que aprende a besar,
para ti, para ti,
para ti, para ti.

Abrazos.

Anónimo dijo...

en mazatlán o en cualquier lugar.. siempre es bueno sentarse a fuma y como dice el maestro... esperar que suba la marea...

feliz melancolía!!!
ahinosleemos

arcgabriel dijo...

Bellas letras rematadas por el ambiente pletorica de poesìa del maestro Sabina.

Usted, habla con el corazòn.

SALUDOS.

arcgabriel dijo...

Querida Maria:
Te dejo un saludo y la dire de mi nuevo blog donde publico mi primer novela.

http://alas-unavisiondelosnoventas.blogspot.com/

SALUDOS.